¿Por qué siempre trabajamos con un núcleo de PVC incluso las ventanas de aluminio o madera? ¿Existe el PVC sostenible y estético?
Debemos tener presente que el núcleo de la ventana es el que cumple con las principales funciones: protege frente al calor, al frío, al ruido y a la humedad. Además, permite realizar un marco estético (hoja oculta), que facilita el paso de abundante luz.
Para cumplir con todas estas funciones, en Vemax elegimos el PVC como el material idóneo. Impermeable, estable y extraordinariamente aislante. Tiene una capacidad de modelado fantástica además de poderse reutilizar. Un ejemplo: con PVC es posible soldar dos perfiles para garantizar esquinas estancas al aire y agua.
Aun así, ¿por qué se sigue prefiriendo las ventanas de madera o aluminio? La razón es que pensamos en la estética perfecta al elegir un material y así corresponder al estilo arquitectónico del lugar. Vinculamos la estética a las emociones y en este caso se trata de una decisión que debe tomar cada arquitecto o promotor de obra. Nuestro principio es el siguiente: ofrecer la mayor variedad de materiales, sin renunciar a funcionalidad, confort o diseño. Cada cliente tendrá el material que desee en sus ventanas, eso sí, con un núcleo de PVC. La estética es cuestión de gusto pero la calidad no.
El PVC duro es el material más resistente que hay para construcción. Esta característica es ideal para asegurar una funcionalidad perfecta en nuestros productos. Por fuera, las ventanas soportan cambios de temperatura extremos e inclemencias, mientras que por dentro de la vivienda el clima es relativamente estable. Con el PVC las ventanas soportan esa doble carga y además, funciona como núcleo aislante óptimo.
Caemos en el error de cuestionar esto y pensar que contamina. No se puede equiparar el PVC de calidad con el plástico malo. El PVC es muy duradero, lo que hace que si se usa para artículos de usar y tirar si suponga un problema ambiental. Las ventanas deben durar décadas por lo que esa durabilidad del material es una característica muy positiva. Para aprovechar de forma efectiva y respetuosa los recursos del planeta debemos apostar por soluciones de alta calidad y larga vida.
Debemos saber que el PVC se puede triturar y volver a usar incluso décadas después. No sólo ahorramos materia prima, también energía de producción.
En Vemax, para poder reciclar nuestras ventanas al 100%, utilizamos nuestra mezcla de PVC sostenible de acuerdo a los estándares más elevados. Así, construimos nuestras ventanas de manera que los materiales usados se puedan separar en tipos puros pasados los años.
Nuestros perfiles no requieren materiales de relleno o aislamiento adicionales, sólo usamos PVC puro por lo que es otra razón para pensar en el PVC como sostenible. Por esta razón, volvemos a triturar los recortes de fabricación y utilizarlos para una nueva masa d PVC. Esto garantiza que no se pierda calidad, ya que no se deteriora.
Por estas razones, en Vemax no consideramos que el PVC deje residuos, sino que sigue siendo un material valioso y reutilizable.
Esto lo podemos garantizar por encargarnos nosotros mismos del desarrollo, la extrusión y el procesamiento de los perfiles.
Para hacer una mezcla de PVC estará en nuestra mano seleccionar los componentes de mayor calidad, o ahorrar en calidad y cantidad de estos. Por esta razón, los criterios que determinan la calidad son: resistencia a los impactos, pureza cromática y resistencia a la intemperie.
Cuando el PVC se hace con mezclas pobres resulta frágil, se descolora al sol y no permanece estable mucho tiempo.
En Vemax trabajamos con el PVC mezclado y extrusionado en masa de PVC, de acuerdo con nuestras propias exigencias. Por voluntad propia, dejamos que institutos independientes comprueben esta calidad del PVC: con el sello de calidad alemán RAL y el sistema francés de control de calidad CSTB. En ambos test conseguimos siempre los mejores resultados.
Las ventanas más vendidas por nosotros son blancas, pero casi siempre grabadas o satinadas. En la fase de extrusión, ya imprimimos en los perfiles el grabado que imita las vetas de la madera o el satinado que le da a la superficie ese aspecto tan elegante. De tal manera que desaparece el rayado típico de los perfiles de PVC lisos.
El resultado es una superficie endurecida y compacta muy agradable al tacto, con pocos microporos que no atraen a las partículas de polvo. Así, el marco embellece y además se vuelve más fácil de cuidar.
Contemplamos de forma crítica la tendencia a colorear los marcos de ventanas, aún más, si se imitan superficies de aluminio oscuras. Las láminas adheridas de color a los perfiles de PVC pueden ser baratas, pero no tienen ningún sentido funcional.
Una superficie de PVC oscura se calienta y cuando la temperatura se haya en torno a 80ºC se reblandece. La probabilidad de que una ventana de PVC gris antracita se deforme con los años es muy elevada, además de manera irreparable. Por eso, sólo ofrecemos colores oscuros en los revestimientos de aluminio, que soportan temperaturas notablemente más elevadas.
No usamos láminas de color, puesto que si la superficie del marco se daña durante la larga vida de la ventana, se vería debajo el perfil blanco. En esas ocasiones, para tonos de colores claros, pigmentamos la masa del PVC directamente y además extrusionamos de ella los perfiles completamente coloreados de masa. Es por eso que se necesita una mezcla de PVC de gran calidad, porque sólo esta se puede colorear y grabar a la perfección.
Nuestras ventanas de PVC contienen los marcos más estrechos del mercado y además conservan el máximo aislamiento.
Los marcos estrechos dejan entrar más luz y son más discretos desde el punto de vista arquitectónico.
Con el PVC se puede realizar muy bien la tendencia de cada vez más vidrio con diferentes tipos de hojas minimalistas. Esto lo hace posible una tecnología moderna de ahdesión, que une el vidrio aislante con el marco. A su vez, los marcos de PVC consiguen siempre los máximos valores de aislamiento.
El PVC va a seguir desempeñando un papel importante en la fabricación de ventanas, por sus ventajas funcionales y posibilidades estéticas. Con todas estas razones realmente podríamos hablar del PVC sostenible si se analiza su durabilidad y posibilidad de reciclado.